Si bien a las 10.40 la Guardia Municipal decomisó bebidas alcohólicas, en el Obelisco se instaló una carpa con mesas en la que ya había personas tomando cerveza. Quienes vendían espacios para sentarse chocaron contra quienes resguardaban entidades bancarias o la Cruz Roja Boliviana.
En el palco oficial, ubicado en la avenida Camacho, estuvieron desde antes de las 11.00 el alcalde de La Paz, Luis Revilla, junto a su esposa; miembros del cuerpo diplomático; el gobernador Félix Patzi; el rector de la UMSA, Waldo Albarracín, y la Ñusta Universitaria 2015, Katerine Machicado, de los pujllay de Tecnología Médica. A eso de las 10.00 pasó el primero de los 65 grupos participantes: la mohoseñada de la Universidad del Adulto Mayor.
Le siguió otra danza autóctona. “Somos Los señores de la noche, representamos la tarqueada de la Facultad de Arquitectura. Estamos cumpliendo 14 años con esta danza tradicional del norte de La Paz, generalmente participamos del Anata y de la Entrada Universitaria”, indicó su ñusta, Nidia Andrea Moscoso.
Así las danzas autóctonas y originarias empezaron a destacar en el recorrido. Vestidos de blanco y con una especie de faldón de colores, además de plumas, los estudiantes y docentes de la carrera de Ingeniería de Producción y Comercialización Agropecuaria, de las sedes universitarias de Viacha, Patacamaya y Luribay (La Paz), llegaron con la danza chunchus.
“Nos hemos preparado dos meses con ensayos que rotaban en los tres municipios. En la provincia Ingavi, de donde hemos venido, siempre se baila chunchus y ahora queremos mostrar esta danza a la gente en la ciudad”, explicó Marco Antonio Echenique, docente en Viacha.
De San Buenaventura (norte paceño) llegaron las expresiones del pueblo Tacana. Unos 120 danzarines de Ingeniería Industrial ingresaron descalzos; las mujeres con tipoy y los varones, camisa y pantalón blanco. “Viajamos por 18 horas pero valió la pena: la experiencia es única. Venimos a promover y hacer conocer nuestras costumbres, como parte de la gran familia universitaria”, manifestó Yawar Tirina, estudiante.
Además de los estudiantes del área rural, los de la ciudad también aportaron con danzas autóctonas “que quedaron un poco relegadas”, luego de una serie de investigaciones. Por ejemplo, el taller cultural de Historia de Humanidades rescató los wititis, bailado por comunidades de las riberas del lago Titicaca.
“Las leyendas en estos lugares cuentan que el sol se enamoró de una imilla (muchacha, en aymara), quien después le hizo renegar cuando llegaron unos extranjeros; entonces, el sol mandó a los wititis (guerreros del sol) para botarlos”, relató José Antonio Rocha, estudiante del taller.
El taller de Antropología y Arqueología recreó el Jacha Tata Danzanti (Gran Señor Danzante), ritual relacionado con la actividad agrícola; el taller de investigación cultural trajo el qarwani. Luis Sempértegui, fundador de la Entrada Folklórica de la UMSA, destacó que uno de los aspectos que destaca cada vez más en esta fiesta es la incorporación de danzas provenientes del área rural.
“La entrada comenzó en 1988 y en sus primeros años contábamos con la mohoseñada y tarqueada, en cuanto a danzas de las zonas rurales, pero actualmente estos bailes van ganando más espacio. Los estudiantes deben investigar la danza para defenderla con una monografía antes de exhibirla en esta fiesta”, señaló.
El historiador Fernando Cajías comparte esta opinión. “Como siempre, aumentando nuestra diversidad, no solamente con las danzas tradicionales sino también fortaleciendo danzas de lo que se trae de las provincias”, indicó.
Universidad del adulto mayor brilló en la fiesta
Entre los más ovacionados de la fiesta folklórica de la UMSA estuvieron los danzarines de la Universidad Municipal del Adulto Mayor, quienes participaron por primera vez en la entrada. El grupo hizo gala de la mohoseñada, con entusiasmo y energía.
Con gritos, cantos y una coreografía sincronizada, los adultos mayores brillaron en la XXVIII Entrada Folklórica Universitaria, que reunió a más de 15.000 jóvenes. “Con nuestra participación queremos demostrar que tenemos aún mucho vigor y ganas de compartir con los más jóvenes. Estamos a punto de terminar el recorrido y todavía queremos seguir bailando”, expresó Hilda Salazar, reina de antaño y estudiante de Derecho en dicha casa de estudios superiores.
El grupo estuvo conformado por 80 personas, quienes oscilaban entre los 60 y 78 años. David Cadena, responsable de la Universidad del Adulto Mayor, destacó que la fraternidad fue ejemplo de vitalidad y disciplina.
Luis Sempértegui, fundador de la entrada, señaló que la UMSA recibió “con mucha alegría” la solicitud de participación de los adultos mayores. “Es una forma de que se sientan parte de nuestra comunidad, porque ellos también son universitarios, fue lindo verlos. Ojalá sigan participando y tengamos así otro aspecto más que destacar de nuestra entrada”, mencionó.
Se controló la venta de alcohol en la celebración
Andrea Azcui
La Guardia Municipal de La Paz realizó ayer operativos de control en la Entrada Universitaria 2015 en los que se decomisó 249 cajas de cerveza, 208 paquetes de botellas plásticas y diez cajas con botellas de litro de bebidas alcohólicas, informó esta institución.
El comandante de la Guardia Municipal, mayor Miguel Zambrana, indicó que estos productos fueron remitidos a los depósitos de la Intendencia, ya que la ordenanza municipal prohibía la venta y consumo de bebidas alcohólicas, principalmente en el ingreso y conclusión de la ruta. “En el recorrido se decomisaron las bebidas en grandes cantidades. Éstas no estaban autorizadas para su venta durante esta actividad”, dijo la autoridad.
El reglamento de la entrada indica que los bailarines no deben beber alcohol. “Los infractores son pasibles a sanciones: que no participen dos años o más de esta actividad o que no participen definitivamente”, indicó Luis Sempértegui, fundador del evento. La Guardia también desmanteló algunas graderías dispuestas ilegalmente a lo largo de la ruta de los danzantes.
La Razón
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