Asimismo, reconoce que con la postulación de la Festividad de La Candelaria ante la Unesco, desde Bolivia, en un claro “chauvinismo” -como el mismo indica- se intentó frenar la declaratoria con el argumento de que se bailan danzas “bolivianas” como la Morenada y la Diablada.
Diablo-Puno-Foto-Martin-Chambi
García Mérida señala que se ha demostrado que las danzas de la Diablada y la Morenada no son exclusivos de Bolivia como erróneamente se plantea en el vecino país; pues estas manifestaciones “tienen su verdadera raíz en el periodo colonial”, por lo que más bien se debe señalar que son de origen altoperuano. “El origen de la Diablada y la Morenada es colonial”, afirma; es decir, mucho antes de que existiera el país de Bolivia.
García Mérida también señala que según historiadores católicos, como el padre Rubén Vargas Ugarte, tanto la Virgen de la Candelaria de Puno como la Virgen del Socavón de Oruro, son reverberaciones de la Virgen de Copacabana, que fue concebida como “Patrona del Reyno del Perú“, y cuyo culto fue instaurado en El Collao, en el siglo XVI por la orden agustina.
Además, en apelación a la razón, el periodista señala que en celebraciones de la Fiesta de la Candelaria en Puno, en la Fiesta del Gran Poder de La Paz, en Urkupiña de Cochabamba o en el Carnaval de Oruro prevalece el culto indígena y popular a la virgen María como una expresión sincrética de antiguos ritos precolombinos, donde se ven las mismas danzas.
Pachamama Radio
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