El presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos Oruro (ACFO), Jacinto Quispaya, dijo que este día no solo hubo música y baile de 52 grupos, sino también la ratificación de la fe a la Virgen del Socavón. Todo está listo para la gran peregrinación del sábado de Carnaval, hasta llegar de rodillas a los pies de la Virgen.
Cerca de 30.000 bailarines protagonizaron el último convite. “Son danzarines de Oruro, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y del extranjero los que bailan en el Carnaval de Oruro, algunos por primera vez y otros cumplen dos y tres años”, afirmó.
“Cada bloque está conformado por ocho y nueve conjuntos, pero con variedad de danzas. Todos ingresaron de acuerdo con el rol organizado para la peregrinación del sábado 14 de febrero, y demostraron disciplina y orden en el ingreso”, agregó.
Según los folkloristas, el último convite es una especie de ofrenda que se realiza a la Virgen del Socavón, por lo que todos los grupos ingresaron con sus pasantes por delante. Además de ratificar su fe para bailar tres años consecutivos, se comprometieron a mantener la tradición del Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
La Razón observó que pese a la prohibición a los danzarines de beber alcohol, aquello no se cumplió, en especial en bloques de jóvenes de caporales y morenadas. El recorrido, que algunos grupos hicieron en tres horas, se inició en la calle Aroma hasta la Av. 6 de Agosto, siguió hasta la calle Bolívar, la plaza 10 de Febrero, Bolívar-Petot, Adolfo Mier e ingresó a la Avenida del Folklore hasta el templo del Socavón.
La Razón
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