Desde el próximo 14, 15 y 16 de agosto, el municipio de Quillacollo, en el departamento de Cochabamba, se convertirá en el centro de atención nacional por la festividad religiosa en la que año que pasa, aumenta la cantidad de visitas.
“La Virgen es muy querida por los devotes que llegan desde Argentina, Chile, de interior del país para venerarla y ofrecerle algunos presentes”, manifestó el responsable del templo de San Ildefonso, padre Victo Benavente.
Esta semana, las verbenas, el rezo del rosario y las misas para la virgencita se intensificaron. Todas las noches cientos de personas participan de la eucaristía, ofrecen sus rezos, velas oraciones.
“La fe de la gente es grande, hemos escuchado que han recibido milagros por eso vienen la visitan”, agregó.
En este marco, el arzobispo de Cochabamba, monseñor Tito Solari, exhortó a la población a evitar los excesos y vivir la festividad haciendo prevalecer el lado espiritual.
“Evitemos el exhibicionismo, la parte material para vivir una fiesta espiritual es la Virgen María quien nos llama al encuentro con su hijo Jesucristo”, afirmó.
Por otra parte, el comandante departamental de la Policía, coronel Alberto Suárez, indicó que efectivos policiales serán desplegados durante los días de la festividad en Quillacollo para garantizar la seguridad ciudadana de la población y los visitantes. Las tareas de seguridad serán reforzadas con cámaras digitales que motitorearán permanentemente el desarrollo del evento.
De la misma forma, el alcalde de Quillacollo, Charles Becerra, dijo que poco a poco se concluyen los trabajos de arreglos que se realizaron en las calles del recorrido de la entrada, el calvario y el ingreso al templo de San Ildefonso. El municipio, habría invertido cerca de un millón de bolivianos.
También el representante de la Asociación de Fraternidades Folklóricos de la Virgen de Urkupiña, René Valdés, ratificó que unas 70 fraternidades participarán de la tradicional entrada a devoción de la Virgen prevista para el 15 de agosto.
El Diario
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