Por primera vez en la historia la
Virgen de Urkupiña saldrá de Bolivia y eligió Salta para su visita.
Efectivamente, el primer día de diciembre se celebrará una santa misa
en Salta, para todos los devotos de la Virgen de Quillacollo, con la
presencia de la imagen original en una jornada que promete ser única e
inolvidable.
La presencia de la Virgen en nuestra
ciudad se logró gracias a los esfuerzos de un grupo de devotos salteños
que intercedieron ante las autoridades eclesiásticas de Salta y las de
Cochabamba, Bolivia, donde se encuentra el santuario de la Virgen.
Junto a este equipo de trabajo, el
arzobispo de Salta, monseñor Mario Antonio Cargnello, prepararán la
próxima peregrinación de la imagen de la Virgen de Urkupiña hasta
nuestra ciudad, a través de un camino sembrado de ciudades creyentes en
el poder de la Virgen.
En primera instancia, Cargnello viajará
a la ciudad de Cochabamba para hacer el pedido formal al arzobispo
local, Tito Solari Capellari, para coordinar todo lo referido a la
llegada a nuestra ciudad de la adorada imagen. El grupo que se organizó
alrededor de la traída de la sagrada imagen hasta nuestra ciudad,
viene trabajando desde hace un tiempo, buscando los modos más
favorables para toda la grey.
Ese grupo informó en su página web que
cuentan con el proyecto de construir en nuestra ciudad, un santuario
destinado a la Señora de Urkupiña, proyecto que ya se encuentra en
marcha. Según adelantaron, la sagrada imagen será venerada en las
ciudades que queden a su paso durante su viaje hasta nuestra ciudad.
Sin embargo, se adelantó también que se solicitará que las muestras de
fe y devoción se enmarquen en un festejo correcto.
La leyenda sobre la Virgen de Urkupiña
fue recogida por monseñor Francisco Cano Galvarro. Cuenta que una niña
campesina pasteaba su rebaño de ovejas en la falda de la colina que
hoy se llama el Calvario. Un día una señora muy bella con su hijito en
los brazos se aproximó y trabó conversación con la niña campesina.
Llegó a familiarizarse tanto que la desconocida le confiaba a su niño.
Estas visitas se hicieron frecuentes. Entonces llegaron a pedir que la
niña avisara al pueblo cuando viera a la mujer.
Y así lo hizo, mientras exclamaba en quechua: “Orqhopiña! Orqhopiña! ... (Vengan a verla, que ya está en el cerro!)”.
Cómo la festejan en sus fechas
La festividad en honor a la Virgen de
Urkupiña conjugan las tradiciones indígenas con las católicas y una gran
muestra de variedad folclórica. Los días centrales empiezan con la
Fastuosa Entrada Folclórica el 14 de agosto, un desfile de miles de
bailarines disfrazados. Las fraternidades o grupos de danzarines de
caporales, morenos, tinkus, diabladas y otras danzas, acompañados por
bandas de música, comienzan su recorrido a media mañana y se extienden
hasta las primeras horas de la madrugada siguiente.
El 15 de agosto se celebra la misa
solemne en la iglesia de San Ildefonso, que finaliza con la procesión de
la imagen de la Virgen de Urkupiña por Quillacollo y la repetición de
la Entrada Folclórica. El 16 de agosto la fiesta culmina donde, según la
tradición, se apareció la Virgen. En el cerro Quta (Calvario) se
realiza una serie de ritos, como la sacada de pedazos de piedra en señal
de préstamo de bienes espirituales y materiales. La fiesta atraerá
cerca de medio millón de feligreses.
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