Oruro tiene dos fiestas religiosas y populares singulares que nunca se
olvidan: el Señor de Lagunas, que está ubicado en la población de Cala
Cala, en un santuario que ha merecido remodelación y cuidado, ubicado a
20 kilómetros al este de la ciudad, y el Señor de Gran Poder que está en
Pazña, a 80 kilómetros al sur de esta capital.
Las imágenes son representativas de Cristo Crucificado, pero para el
14 de septiembre, miles de personas saben que tienen que llegar hasta el
lugar sagrado y no miden tiempo ni recursos, para estar en uno de los
dos acontecimientos de cada año y que, parece que compitieran al mismo
tiempo, con diferentes costumbres, pero con abundante cantidad de
dinero.
El Señor de Lagunas es más conocido en el mundo indígena como Tata
Lagunas, por su identificación permanente con miles de campesinos que
llegan bailando hasta sus pies, desde diferentes zonas de Oruro y el
Norte de Potosí, en una peregrinación por los senderos abiertos sobre
los cerros. Nada les impide a los grupos de campesinos a llegar hasta
ese lugar, en una combinación de alcohol y comida que se prepara con
anticipación, para soportar por lo menos tres días de baile.
Los tinkus son los principales atractivos de este lugar, precisamente
como la imagen representativa de las comunidades aledañas que visten su
atuendo de danza típica, con monteras con plumas, pero una incesante
música que permite hacer rondas en la misma salida del santuario.
El 8 de septiembre de 2013, los mismos automovilistas realizaron una
competencia de autos hacia ese lugar, no solo por diversión, sino por
expresarle al Señor de Lagunas su agradecimiento por los milagros que
reciben los conductores, de darles vida, salud y dinero, fundamentos
esenciales para participar en carreras de esa naturaleza.
La mayor preocupación de este año es la gran cantidad de comerciantes
de miniaturas, vehículos, prendedores, recuerdos, velas y comida. No
faltan los puestos de venta de chicha y cerveza, para “challar” los
vehículos que están en bendición, esperando su turno a la salida del
santuario.
A ese lugar llegan vehículos nuevos, para recibir la bendición del
sacerdote. El camino a Cala Cala es asfaltado y no existe otro
impedimento más que el tener cuidado para cruzar de un lugar a otro, ya
que existen hileras de motorizados que viajan sin cesar hasta el
santuario.
Cada vez crece la fiesta. Los minibuses que viajan desde la ciudad de
Oruro hasta Cala Cala hacen largas filas para coger pasajeros. El único
milagro que piden al Señor de Lagunas es que no haya accidentes.
La devoción al Señor de Lagunas surgió precisamente hace centenares
de años, cuando apareció una imagen de Cristo en una cruz, que se
encuentra en el cerro que desde entonces se conoce como Calvario, un
cerro pequeño, pero peligroso, porque está al lado de una laguna que
también es peligrosa y donde varias personas han muerto por descuido o
por desafiar al agua helada. Otros, en cambio, ingresaron con canoa,
pero se quedaron trancados y sin posibilidades de ser rescatados.
Los relatos de las personas que han visto esa clase de hechos han
promovido mayor conocimiento del lugar y mayor respeto. Por eso, nadie
se puede burlar de un lugar sagrado como el Santuario del Tata Lagunas,
el Calvario y su laguna.
Cala Cala, por su cercanía, forma parte de las mitologías de Oruro,
Capital del Folklore de Bolivia. Una de las leyendas, precisamente
incluye al lagarto pétreo que existe en aquel cerro y que, de acuerdo a
las tradiciones, la Virgen del Socavón intervino cuando ese enorme
animal, al igual que el Sapo, La Víbora, millones de hormigas, querían
invadir Oruro. Todos aparecieron petrificados por obra de la milagrosa
imagen.
El Cristo de Gran Poder, en cambio, tiene otra característica
especial. La imagen apareció grabada en una roca ubicada por lo menos a 7
metros de altura y, por eso, la población de Pazña, las autoridades y
sacerdotes prefirieron construir el santuario precisamente en ese lugar.
Se trata del rostro nítido de Cristo, coronado de espinas. La roca ha
sido ornamentada para la preservación del sitio.
En Pazña no existe peregrinación a pie, como a Tata Lagunas, sino una
concentración masiva de devotos que prefieren contratar bandas de
música, las mejores de Oruro, para bailas en las diabladas, morenadas,
caporales, tobas, tinkus y otros conjuntos folklóricos propias del
fastuoso Carnaval, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la
Humanidad.
El alcalde Efraín Peñafiel preside los actos religiosos y populares.
La fiesta se prolonga hasta el lunes, en la plaza principal, que se
encuentra mejorada, enlosetada e iluminada, para que la población pueda
participar de ese acontecimiento.
Para el 14 de septiembre, Oruro no solamente recuerda el aniversario
cívico de su vecina Cochabamba, sino que tiene acumulados los esfuerzos
para celebrar las dos fiestas más atractivas del Señor de Lagunas y del
Señor de Gran Poder. En Escara, habrá, como es costumbre, otra fiesta
también dedicada al Señor de Exaltación. Otras poblaciones tienen sus
patronos que les protege y la fiesta religiosa y popular es interminable
en septiembre.
El Diario
Todo sobre la Convocatoria de Admisión 2025 a las ESFM-UA en Bolivia
-
Convocatoria de Admisión 2025 a las Escuelas Superiores de Formación de
Maestras y Maestros en Bolivia
El *Ministerio de Educación del Estado Plurinaciona...
0 Comentarios