Un documental protagonizado por los integrantes de la Fraternidad Diablada Eucaliptus La Paz del Gran Poder se encuentra en actual desarrollo. El trabajo audiovisual busca mostrar, en palabras y vivencias de los propios bailarines, la trascendencia de la danza en el país y el exterior, además de impulsar a otras fraternidades a elaborar sus propios materiales para que sean difundidos por todos los medios posibles, con el fin de contar con un registro que trate sobre el origen de las danzas bolivianas.
De acuerdo con los responsables del trabajo, quienes además son los ganadores de la entrada del Gran Poder de este año, se tiene previsto difundir el material por televisión, una sala cinematográfica e internet. Para ello, conversan con dos canales y también con la Cinemateca Boliviana.
El trabajo está en pleno desarrollo y se espera su conclusión hasta la próxima semana. Mientras que su difusión será a finales de octubre.
Fernando Solares, integrante de la fraternidad y productor del audiovisual, dijo que la idea también se debe a que en Perú manejan mucho la parte del marketing. "Tienen videos y producciones. Ellos venden esa imagen y la idea es que empecemos a hacer algo así aquí", por lo que y queremos lograr ese efecto multiplicador.
También se planteó la posibilidad de realizar la actividad El relato de la Diablada (que tiene base en el libro La divina comedia), que se lleva a cabo desde 1945 en Oruro, por las festividades del Carnaval. "Ellos lo hacen en un lugar cerrado, pero nosotros queremos hacerlo en espacios abiertos", dijo. La acción está prevista para marzo de 2014, en la que también proyectarán el documental.
Según Alan Bautista, otro de los integrantes, la producción llevará por título Sin máscaras.
El audiovisual contará con imágenes de representantes de cada bloque e incluirá entrevistas, además de recientes presentaciones de la fraternidad en la entrada del Gran Poder, conciertos y un video musical de la agrupación Llajtaymanta. La producción tendrá una duración de 25 a 30 minutos.
200 integrantes tiene la fraternidad que este año ganó la entrada paceña.
La Prensa
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