Quillacollo fue una síntesis de folklore y devoción. La mayor fiesta patronal de Cochabamba movilizó a una gran cantidad de comerciantes, restaurantes y hoteles. Se estima que durante los tres principales días de fiesta se genera un movimiento económico de 20 millones de dólares.
La belleza no sólo es parte esencial de la fiesta patronal, sino uno de los factores que genera ingresos. De ahí que en el punto de partida se instalaron salones de belleza ambulantes, que cobraban hasta 180 bolivianos por un paquete de peinado y maquillaje. En tanto, la aplicación de bloqueador para el sol costaba 5 bolivianos.
Seguridad
La Policía redobló los controles en Quillacollo con más de 2.600 uniformados y una cantidad similar de Policías Militares. La avenida Blanco Galindo, la vía principal que une a la ciudad de Cochabamba con Quillacollo, contó con agentes de tránsito casi a cada kilómetro.
El director de Seguridad Ciudadana de Quillacollo, Aldrín Amurrio, informó que incluso un helicóptero sobrevoló con una cámara y transmitió imágenes al centro de monitoreo de la Policía.
En tanto que la Defensoría Municipal de la Niñez y Adolescencia de Quillacollo reportó la atención de extravíos esporádicos, en su mayoría de niños hijos de comerciantes, que se desorientaron en las aglomeraciones. La pasarela metálica, habilitada por primera vez al norte de la plaza Bolívar logró evitar aglomeraciones.
El alcalde de Quillacollo, Charles Becerra, calificó de exitosa la organización de la Entrada Folklórica y anunció que el presidente Evo Morales también participará hoy de la solemne misa, prevista para las 11:00. Según Becerra, el municipio extremó esfuerzos para organizar la entrada. La fiesta patronal alcanza su cúspide el viernes con la peregrinación al Calvario, en el cerro de Cota.
Los Tiempos
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