La fiesta del Señor Jesús del Gran Poder es una de las
manifestaciones culturales más importantes y expresivas de la identidad
cultural paceña. Según la tradición popular, comenzó con la llegada a
la zona de Ch´ijini de un lienzo con la imagen de Jesús con tres
rostros. La tradición aymara reinterpretó la obra afirmando que a la
cara de la derecha se le pedían cosas buenas, a la de la izquierda cosas
negativas y a la del centro algo para uno mismo, apunta el sitio
oficial de la Alcaldía de La Paz.
De esta forma nació la
devoción al Señor de la Santísima Trinidad. En 1930, la Iglesia católica
hizo repintar el lienzo, dejando al descubierto un solo rostro (el del
centro). Desde entonces se denomina Jesús del Gran Poder, en cuyo honor
se realiza la entrada folklórica que lleva el mismo nombre, que tiene
una fecha móvil (entre mayo y junio).
Al principio, la fiesta se desarrollaba en el popular
barrio de Ch´ijini. Actualmente, se ha extendido al centro de la ciudad.
Junto a los danzarines, miles de espectadores hacen una toma simbólica
del espacio público, añade la página de la Alcaldía.
Las danzas
más tradicionales de la entrada folklórica son la morenada, los
caporales, los waca tokhoris, la kullawada y la llamerada.
MINIATURA
Las Alasitas es una feria donde artesanos ofrecen una diversidad de
productos y artesanías en miniatura, que expresan todo lo que una
persona desea para el futuro. De ahí que se le llame la “fiesta de la
abundancia”.
En sus orígenes, esta festividad se realizaba el 21
de diciembre (solsticio de verano), época de lluvias y crecimiento de
las cosechas. Sin embargo, durante la colonia y el proceso que se
conoció como la extirpación de idolatrías, se la practicaba de manera
clandestina, indica el portal bolivia.travel.
En el siglo XVIII, a
causa de muchos factores, resurge esta práctica y se oficializa,
convirtiéndose en algo público pero con muchos cambios en cuanto a la
fecha y la manera de realizarse.
Opinión
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