Kjarkas cantan y su voz sigue siendo la misma, los que cambian son el escenario y el público. Este año, para ellos, ha sido agotador pero a la vez lleno de satisfacciones, porque han llevado su música a diversas partes del mundo.
Más de 20 países forman parte de su recorrido y es por eso que su agenda está apretadísima hasta noviembre. Solo las hojas de diciembre están blancas, porque es el mes que dedican a sus vacaciones.
Una vida apurada
Decir que los intérpretes de Fría pasan más tiempo de sus vidas entre los aeropuertos y los escenarios no es una exageración, porque ni bien terminan de actuar en una ciudad se embarcan en el avión para ir a otra y así sucesivamente. Y a ellos no les aburre para nada porque disfrutan llevar sus ritmos folclóricos a bolivianos, japoneses, australianos y estadounidenses.
En mayo enamoraron a las madres en Santa Cruz de la Sierra y no hace mucho estuvieron al otro lado del planeta para compartir con bolivianos, australianos y muchos latinos en la tierra de los canguros. Estuvieron en el teatro Luna Park de Sidney y lograron convocar a 2.000 personas, mientras que en Melbourne emocionaron a más de 1.000 almas. No es la primera vez que están en esas dos ciudades, pero aseguran que cada vez que las visitan aumenta el número de seguidores.
Solo para estar en ese país de Oceanía viajaron dos días y medio, porque primero tuvieron que pasar una noche en Santiago de Chile para después estar sobre las nubes por 15 horas. Lo mismo sucede cuando van a Japón o a algún país europeo.
Gonzalo, el gran ausente
En esos viajes lejanos Gonzalo Hermosa no prepara las maletas ni tampoco la voz, porque su salud no le da permiso para viajar con sus compañeros. Desde hace años decidió quedarse en Bolivia para guardar energías, pero cuando se trata de recorrer las Américas se rebela, alza su guitarra y acude a la aventura (aunque sabe que puede hacerlo porque su cuerpo no le exige mucho).
Gonzalo le había dicho a este medio que pensaba dejar el grupo muy pronto, pero consultado nuevamente acerca de este tema, aseguró que “seguirá en el grupo por muchos años más”. Incluso estará en el concierto del 5 de julio en el teatro al aire libre de La Paz.
A EEUU y más allá
En estos momentos se encuentran afinando sus instrumentos en Quito (Ecuador), donde entonarán Munasq'echay y Llorando se fue en tres festivales de ese país. Pero agosto será otro mes fructífero. Estarán en ciudades argentinas, como Jujuy, Salta y Buenos Aires, y después irán a EEUU para cantar en Virginia (en un salón con capacidad para 2.500 personas), Nueva York y Miami. Y, antes de retornar a Sudamérica, se trasladarán a dos metrópolis canadienses, Toronto y Vancouver.
Septiembre será el turno de Chile y Venezuela, mientras que octubre de Europa. Visitarán España, Francia, Italia, Bélgica Alemania, Suiza, Suecia y Holanda. El 8 de noviembre harán bailar a los cochabambinos y un día después a los cruceños en el Centro de Convenciones Sonilum. Perú será la última parada para cerrar el año, otro exitoso en su carrera musical
El Deber
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