Félix Mena y su esposa, los prestes mayores del
Gran Poder, vistieron ayer al Tata para la entrada de mañana. Rodeada de
familiares y allegados, la pareja agradeció por las bendiciones
recibidas a la imagen que representa la Santísima Trinidad.
La ceremonia religiosa comenzó con una oración dirigida por el padre
Juan Pedro Smetsers Van den Bomen, holandés de nacimiento, pero un
veterano en las lides del barrio de Chijini. Entre el humo del incienso,
el aroma de los gladiolos que adornaron el lugar y las elegantes
polleras que lucían muchas devotas, ayer brillaba la imagen de 1,70
metros de Jesús del Gran Poder, el protagonista de la Fiesta Mayor.
“Hacemos el cambio del manto del Tata del Gran Poder
como corresponde cada año y es un honor; nosotros hemos hecho
confeccionar la ropita del Tata y para él no hay que fijarse en el
dinero, hay que agradecerle”, dijo Félix Mena, preste mayor de este año.
El pasante, que desde hace 20 años baila en la fraternidad Los
Fanáticos, recalcó que el Tata fue siempre milagroso y generoso, porque
le otorgó bendiciones espirituales como materiales. “Nunca me faltó el
pan, me va bien en mi trabajo y con mi esposa, y mis cuatro hijos son
profesionales”, dijo Mena mientras sostenía una imagen pequeña de yeso
de un Niño de Praga y se preparaba para el cambio de manto.
El padre Smetsers Van den Bomen explicó que este rito es una forma de
dar las gracias por el amor infinito que regala Dios en la Tierra. “La
imagen del Señor del Gran Poder condensa a la Santísima Trinidad (Padre,
Hijo y Espíritu Santo) y el cambio de manto simboliza la gratitud al
Tata, que es un solo Dios”, remarcó el sacerdote y luego aseguró que él
fue testigo de varios de sus milagros. “Una niña estaba a las afueras de
la iglesia mirando un botón con la imagen del Señor del Gran Poder y le
di el botón; la gente decía ‘dale las gracias’ y ella me dijo
‘gracias’. Resulta que la niña había perdido el habla hace un año y la
madre se puso a llorar al ver el milagro, ya que ella venía a rezar”,
contó el religioso con la voz entrecortada.
Pero,
éste no fue el único testimonio que pudo escucharse ayer en la iglesia
de Chijini. “Hace 20 años que desahuciaron a mi padre por un tumor en la
cabeza, los médicos le dijeron que no había remedio y yo me encomendé
al Señor para que él se cure y hoy con 72 años está sano”, rememoró
Irene Apaza, quien asumió la responsabilidad de ser la preste mayor,
junto a su esposo Juan Mamani, para la fiesta de 2014.
“En una ocasión me burlé del Tata y le dije ‘no voy a bailar’, aunque
ya estaba con todo listo, y ese mismo día me rompí el tobillo y me iban a
poner clavos. Me arrepentí y al final sané sin operación sólo con yeso,
por eso decidí ser preste mayor en 2014”, dijo Mamani, quien también
colaboró durante el cambio de atuendo de la imagen.
Mañana, 30.000 bailarines de 63 fraternidades participarán, desde las
07.00, de la entrada folklórica del Gran Poder, una manifestación
cultural que recorrerá las principales calles de La Paz. La
concentración inicial se realizará en inmediaciones de la Garita de Lima
y concluirá en el Parque Urbano Central, luego de 11 kilómetros. El
desfile folklórico es el resultado de un largo proceso, de organización y
protocolo, que se extiende durante todo un año, explicaron los prestes.
Detalles del traje
Confección
“El año pasado quise ser el bordador que haga el traje y le pedí con fe
al Tata y se me cumplió; estoy agradecido por el milagro”, dijo Wílder
Choque, quien confeccionó el manto de terciopelo y la faja. El costo, Bs
4.000.
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