Se abre el telón, los aplausos se hacen evidentes a la sola presencia de
los artistas que en una mezcla mágica entre instrumentos y voces se
unen al unísono para dar inicio a uno de los conciertos del año, más
esperados por los bolivianos residentes en los Estados Unidos.
"Qué
daría por verte, hoy por tu plaza pasear. Arriba de aquel faro, con mi
niñez soñar", primera estrofa de la canción "Oruro te quiero más" que se
escucha en el escenario, en medio de la algarabía de los asistentes que
incrédulos observan a sus compatriotas en el teatro "Ricardo Montalbán"
de Hollywood en la ciudad de Los Ángeles.
Y la interpretación de la canción continuaba: "Cómo poder decir que te
olvidé, cómo poder matar este mi amor, cómo poder decir te quiero más,
Oruro te quiero más...".
En ese momento, los recuerdos se
apoderaron de la mente de Benjamín Carvallo mientras tocaba el charango.
Retrotraía varios episodios de su juventud, pero más cuando el grupo se
formó para marcar historia en la música nacional.
Fue aquel 7
de abril de 1986, cuando junto a otros amigos emprendedores del Colegio
Virgen del Mar, Henry y Álvaro Álvarez fundaron "Llajtaymanta", después
de realizar su primer viaje a la localidad de Challapata, a invitación
del hermano de Benjo, Javier Carvallo, quien prestaba sus servicios en
el Regimiento Ranger y quien también enseñó al pequeño a tocar el
charango.
Asimismo recordó a su amigo Moisés Soto, quien bautizó al grupo de
música como "Llajtaymanta" cuyo significado es "De mi pueblo" o "De mi
tierra".
Pero, no solo eran los tres amigos, sino que invitaron a
otros más para dar seriedad al proyecto musical, entre ellos, Gonzalo
Escóbar, Walter Corico, Orlando Andia, Ramiro Flores y con el tiempo
Aldo Cabrera, Fernando Crespo, Gonzalo Guzmán, Daniel Aguilar y otros.
Pero
la mente de Benjamín no quedó fijada solo en la fundación, sino que fue
un poco antes, 1984, cuando tocaban canciones de grupos conocidos como
Savia Andina, Kjarkas, Amanecer y cuando debutaron por primera vez en el
programa de Radio Bolivia "Espectáculos de Gala", conducido por el
periodista, Pedro Rubín de Celis.
Definitivamente fue un gran
recuerdo en milésimas de segundo, mientras seguía la canción: "Las manos
al bolsillo, vamos a caminar por la calle Bolívar, 6 de Octubre a
buscar amistad. Algunos que se encuentran, no importa el motivo, iban a
festejar... un negro apurado siempre hay, que quiere guitarrear…"
La
conexión de ese momento mágico, fue seguida por el encargado de los
vientos, Henry Álvarez, quien con instrumento en mano fijó su atención a
un costado del escenario y observó a uno de los asistentes que en manos
tenía un disco compacto de ellos.
Ese hecho originó que llegue a
su mente cómo grabaron su primer disco, que desde un primer momento
pensaron que debería tener canciones propias del grupo y sin pedir mucho
nació el primer disco "Kasori" dedicada a la hermana de Orlando, Karina
Soria Ríos.
Henry recordó las dificultades que atravesaron en el
camino para lograr la atención de una casa discográfica como
Discolandia, que al inicio les cerró las puertas tras llevar el "demo"
que fue grabado en Radio Bolivia, para ese entonces, Orlando Andia era
el representante del grupo, quien pasó situaciones desagradables, como
la vez que fue echado de la empresa "Heriba", por el simple hecho de no
tener mayoría de edad, luego de haber logrado la aceptación para que el
proyecto sea grabado en dicha entidad discográfica. Esperó cumplir un
año más para consolidar ese objetivo.
Los primeros integrantes en
conseguir el sueño fueron: Henry Álvarez, Benjamín Carvallo, Orlando
Andia, Ramiro Flores y Álvaro Álvarez. El sexto integrante pasó por
varias personas, como Williams Farro, Fernando Crespo y Gonzalo Guzmán.
Pero no fueron los únicos debutantes en la esfera musical, sino también
el técnico de grabación de "Heriba", quien hacía sus primeras armas,
grabando a un grupo. Les salió "un ojo de la cara" económicamente, pero
lo hicieron.
Luego vino el peregrinaje por los medios de comunicación y pagaron el derecho de piso para lograr la atención de la ciudadanía.
Henry
seguía tocando la quena cuando, pensó en el segundo disco "No más…" que
resultó más fácil su elaboración y cuyo éxito fue "Era una flor". Luego
nació el tercer trabajo "Un canto para todos" del que destacó la
grimbia "Amar y perder" y sin que haya pasado mucho tiempo, presentaron
el cuarto disco: "Alma enamorada" cuyo sencillo "Cárcel de amor" fue
todo un suceso.
A la par rememoró los conciertos que hicieron,
el primero en el Teatro Gran Rex de Oruro, pero también las actuaciones
que presentaron por ejemplo en el restaurante "Los Escudos" y cuyo pago
fue apenas 30 bolivianos, que divididos entre los integrantes del grupo,
no les alcanzaba ni para un plato de comida.
Pero en ese momento lo económico no era lo más importante, sino que su música se conozca en todos los puntos cardinales.
Luego
de tanta paciencia, el sacrificio dio sus frutos y comenzaron los
viajes al interior del país y presentaciones en festivales nacionales.
Llajtaymanta
había roto los esquemas de los grupos tradicionales y fue más evidente
en 1988 cuando tocaron en La Paz por primera vez, todos los grupos antes
utilizaban ponchos, pero el grupo lo hizo de una manera muy distinta y
marcaron la diferencia.
La Paz fue la vitrina para salir más
allá, asistieron al "Festifron" realizado en Yacuiba, también estuvieron
en el festival del "Lapacho" y el premio mayor era el "Lapacho blanco",
conseguido en tres oportunidades. Visitaron además Tarija, Cochabamba,
Sucre, Potosí, Santa Cruz, Pando y Beni. Pero faltaba mucho camino por
recorrer.
Tras esa remembranza, Henry despertó de su visión y se
puso nuevamente a tono de la canción que seguía: "Aquellos mis hermanos,
que saben saludar...
no olvidan nunca el arte, tampoco
enamorar. Quirquincho, Raíz Ancestro, Amanecer...Andino será. La
juventud te canta así, defiende a tu ciudad…".
"Oruro te quiero
más" era matizada con la melodía que salía de los bongoes, interpretados
por Orlando Andia y quien al ver el cuero del instrumento evocó el
momento que se convirtió en vocalista del grupo en 1995, después de la
salida del vocalista Fernando Crespo. Con el tiempo llevó la batuta y se
convirtió en el padre de todos.
Al estar en ese escenario
hollywoodense, Orlando viajó en el imaginario, cuando salieron por
primera vez del país, después de hacer enormes sacrificios económicos
para conquistar Europa y luego los "States".
Fue el artista
orureño, Fernando Jiménez, quien cuando se enteró que iban a viajar les
dijo: "Vayan a vacunarse". Además motivados por ver el retorno de varios
grupos bolivianos, que lo hacían con un "look" cambiado, cabello largo,
audífonos en los oídos, aretes y otros. Decían que les había ido tan
bien que ganaban miles de dólares, esos rumores, se hicieron contagiosos
e hicieron salir a Llajtaymanta, para trabajar y vivir de la música.
Sin
embargo, el paisaje no había sido tan bonito como les pintaron, ya que
ese primer viaje estuvo a punto de "matar" al grupo como tal, se
pusieron de manifiesto las experiencias amargas y más cuando en su mente
estaba lo económico, porque tuvieron que prestarse mucho dinero para
viajar.
La madurez primó, sopesaron ese momento complicado y
retornaron más renovados, con ganas de convertirse en uno de los mejores
grupos de música.
Del retorno nace el disco "De mi tierra", del
cual sobresale "Fabiola" y para su décimo aniversario el álbum "10 años
de música", cuyas canciones como "Mama Panchita", "Maran wasa Imillita",
"Oruro te quiero más" y otros serían el pasaje a la fama definitiva.
"Nada
nos separará" un nuevo trabajo mostró la madurez del grupo, planteado
por los cinco integrantes de manera contundente. Fue un disco decisivo
para continuar con la cosecha de éxitos con una selección de morenadas
que se convirtieron en verdaderos himnos, durante las fiestas sociales,
el Carnaval de Oruro y todo acontecimiento donde se escuchaba a
Llajtaymanta.
Orlando fijó nuevamente su atención al escenario y
escuchaba la voz de Ramiro mientras llevaba el ritmo en los bongoes:
"Reuniones en la radio, serenatas a dar... son muchos entusiastas y
pocos al cantar, y ya de madrugada quién no fue un rostro a saborear,
con llajwa muy picante que te hace reaccionar…"
Al pronunciar esa
estrofa, los ojos de Ramiro Flores encargado de la percusión, se
llenaron de emoción y en su rostro se dibujó una sonrisa al recordar las
anécdotas que pasaron como grupo, una de ellas cuando estuvieron en
Bélgica, su amiga Patricia Peters quien gestionó una presentación los
llevó hasta el teatro, sin embargo, no había nada, ya que según las
personas del lugar, dicha actividad se desarrolló un día antes. También
rememoró uno de los momentos más inolvidables cuando el Senado Nacional
de Bolivia, los condecoró con la Bandera de Oro, que fue la recompensa a
los años de trayectoria del grupo y a la unidad que demostraron a lo
largo, en ese entonces, de los 23 años de existencia.
Asimismo,
recordó la primera vez que llegaron a los Estados Unidos y actuaron en
Virginia a invitación de la Fundación Sociocultural Boliviana a cargo de
Nelly Zapata y cuyos recursos fueron para beneficiar a un hogar de
niños. Ahora volvían nuevamente, esta vez en una gira por varias
ciudades, comenzando el recorrido en Virginia el 16 de marzo. El sábado
23 de marzo estuvieron en la embajada boliviana en Washington y luego
cantaron en Nueva York la noche de esa misma fecha. El 29 de marzo
participaron en Los Ángeles – Hollywood y el sábado reciente se
presentaron en San Francisco. El viernes 5 estuvieron una vez más en
Nueva York. Su aniversario 27 lo festejarán hoy en Virginia, para luego
actuar en Chicago y Miami, nuevamente estarán en Virginia para cerrar su
gira y retornar al país el 28 de este mes.
Ramiro no quiso
desconcentrarse y siguió cantando: "Se escucha muy suavito, instrumento
sonar y una linda morena, que anuncia el carnaval…Cómo poder decir que
te olvidé, cómo poder matar este mi amor, cómo poder decir te quiero
más, Oruro te quiero más...".
El círculo de los recuerdos sería
cerrado por Álvaro Álvarez, quien es dueño de las cuerdas junto a su
fiel compañera, la guitarra. Acorde tras acorde, miraba a sus compañeros
Benjo, Ramiro y a su hermano Henry, para valorar el talento que tienen
en la composición de las canciones, que son aportes para el grupo.
Pero
Álvaro también es artífice de esas creaciones y tiene un "plus" con el
arreglo de las canciones, para que cada una tenga su propia
característica. En ese ínterin recordó también a un gran amigo y quien
se preocupó en aportar con sus inspiraciones, José "Jach’a Flores (+)
además de otros autores, como Gerardo Yáñez, César Espada, Alberto
Aguilar, el "Negro" Zabala, Wálter Vásquez, Juan "Tinti" Apaza quien le
dio el sello de "Sin llorar", y exintegrantes del grupo como Williams
Farro y Gonzalo Guzmán.
Álvaro plagó su mente de recuerdos en
cuestión de segundos, principalmente, cómo se hicieron los primeros
videos clip con la empresa Ayni Récords, como es el caso de "El
Chiru-Chiru" ó el éxito que tuvieron con "Ese lunarcito" hit que se
grabó en la Plaza 10 de Febrero un Domingo de Ramos, hasta llegar a uno
de los más profesionales con el "Singani boliviano" dirigido por Ángel
Araníbar.
Álvaro, muy entusiasta, despertó del momento mágico
para unir su voz a la de sus compañeros: "Laralaralala, lalalala,
laralaralala, lalalala, laralaralala, lalalala, Oruro te quiero más…".
Dehymar Antezana - Periodista
La Patria
El Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo en Bolivia: Un Enfoque
Transformador
-
Este post explorará el Modelo Educativo Sociocomunitario Productivo en
Bolivia, basado en el documento oficial del Ministerio de Educación.
Analizaremos ...
0 Comentarios