— ¿Cómo se sintieron ayer en la presentación de Viña?
— Con muchísima energía. Hemos tratado de darle más fuerza con respecto
a la presentación de la primera noche, cuando obtuvimos la mejor
puntuación. Estamos seguros de que estábamos dando el 100%.
— ¿Hubo más apoyo por parte del público a diferencia de la primera presentación?
— Te cuento que sí, la gente de Viña del Mar reaccionó. María Juana
vino a mostrar acá una nueva alternativa musical. Concedimos entrevistas
a algunos medios importantes de Chile que vieron el trabajo que
realizamos con respecto a lo que es la música boliviana. Eso para
nosotros fue bastante reconfortante.
— ¿Qué expectativas tenía el grupo al llegar al escenario?
— Claro que estábamos con un afán de pasar a la siguiente ronda,
oficialmente no entendimos qué es lo que pasó; pero ya me comentaron
algunas personas, de los medios de comunicación que han venido de
Bolivia, que casi ninguno de los jurados tenía conocimiento de lo que
era el tinku boliviano, de qué se trataba, por qué el tipo de baile, por
qué el tipo de interpretación, por qué el escenario. Entonces, en ese
sentido, fue complicado. Por otra parte, dentro del jurado hay gente de
la farándula que desconoce totalmente lo que es la música.
— ¿Cómo fue la preparación antes de presentarse en Viña?
— Con la mayor responsabilidad del mundo. Fue manejada con el sentido
más claro de poder mostrar lo que es el tinku, con toda su fuerza, con
toda su esencia y, sobre todo, logramos afirmar que el tinku es
boliviano porque hay gente que quiere adueñarse de esta danza y nosotros
mostramos que es de Bolivia y que es lo más fuerte. Nos hubiese
encantando que las cosas se den de la mejor forma, pero María Juana hizo
el mejor esfuerzo.
— ¿Influyó el problema político entre los presidentes Evo Morales y Sebastián Piñera?
— Se dejó notar porque si hubiésemos pasado a la siguiente ronda, nos
habría tocado competir con la representante de Chile. María Juana
interpretó todos los instrumentos, tocamos totalmente en vivo. Supongo
que, de repente, las cosas se dieron así para cuidar ciertos detalles.
— ¿Qué fue lo mejor y lo negativo de esta experiencia?
— Lo mejor fue que la música boliviana se muestre por sí sola; además
tuvimos contactos, propuestas de giras por parte de otros países
bastante interesantes. Hemos visto una forma de trabajo más seria, más
grande. Entre lo negativo, llegando acá sentimos un clima hostil, el
simple hecho de silbar a un grupo porque es de Bolivia sin saber qué es
lo que iba a mostrar.
— ¿Qué países se contactaron con María Juana?
— Hay una propuesta para ir a Europa, es muy linda; hay otra para ir a
Colombia, eso está ya casi cerrado. Incluso un grupo nos invitó para
poder hacer una gira por Chile. A partir de eso, vamos a ver cosas más
amplias, estamos cargados de energía. Tenemos que trabajar con más
seriedad, porque a partir de esto se ha unido un país y fue fascinante,
la gente amalgamó el rojo, amarillo y verde. Es una clara muestra de que
los bolivianos podemos ser uno y, si trabajamos juntos, se pueden
lograr cosas muy buenas en cualquier ámbito y aspecto.
La Razón
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