Una procesión con la imagen
de la Virgen del Socavón fue la primera en hacer su paso frente al
palco oficial; la alcaldesa Rossío Pimentel encabezó el desfile de
autoridades. Lágrimas, aplausos y plegarias del público recordaron que
la Virgen del Socavón es la protagonista y el motivo de la fiesta que
ayer hizo bailar a miles.
Aunque “castigados”, los morenos Cocanis y la fraternidad de caporales
San Simón simplemente conquistaron a los aún escasos espectadores que
estaban en graderías desde temprano. La danza pesada fue la primera en
pasar por la plaza principal a las 08.20, con el crujir de sus matracas
que animaron al público.
Ambos grupos abrieron la
entrada como castigo, porque el año pasado infringieron reglas básicas
sobrepasando el número permitido de bailarines, que es de 500, y el de
bandas, que es de cuatro.
De pronto entre papel picado y humo de colores apareció la diablada
Gran Tradicional Auténtica. Diablos raudos, osos gigantes, arcángeles y
diablesas se movieron como saliendo de lo profundo del infierno al rito
de la Real Poopó.
Justo a esa hora llegó la
prensa extranjera invitada por el Ministerio de Culturas. “Muy lindo y
quiero más”, decía Mauricio Palazzo de El Mercurio de Chile, mientras el
resto de sus colegas registraba en cámaras fotográficas, filmadoras y
libretas cada detalle.
El diseño de los vestuarios, los bordados, la coreografía, la agilidad
de los danzarines, todo era motivo de comentario entre los reporteros
internacionales.
Entonces fue el turno de los Incas Hijos del Sol, que lucieron dorados
trajes e hicieron bailar al presidente Evo Morales con la guía de las
ñustas.
Más tarde, el
Jefe de Estado danzó también con chinas morenas, thinkus y hasta tocó
los platillos de una banda e hizo tronar las matracas de la morenada
Zona Central. “Estoy aquí para disipar algunos problemas y si el pueblo
baila, su Presidente baila; si el pueblo juega, su Presidente también lo
hace”, expresó.
“Es increíble el
sincretismo, cómo se mezcla lo andino con lo europeo de la Edad Media y
mantiene su raíz pese al paso del tiempo. La música me gusta mucho y le
hallo parecido al carnaval de Tilcara en Jujuy, Argentina, pero se nota
que la influencia viene de acá”, dijo Julián Varsavvsky, del diario
argentino Página 12.
Desde el palco principal hasta las matracas, todo tenía que ver con
Bolivia y la marca país que promociona el Ministerio de Culturas. El
palco fue vestido de punta a canto de blanco y sólo se leía “Bolivia”.
El cuerpo diplomático e invitados especiales se vistieron con chamarras
blancas que encontraron en bolsas distribuidas por el ministerio, las
cuales contenían poleras, paraguas, cuadernos y más recuerdos con la
marca país. “Nos hemos concentrado en la difusión de este evento, un
producto turístico del cual nos sentimos orgullosos. Esperamos que este
grupo de periodistas se lleve un grata impresión, lo refleje en sus
medios y que el 2014 tengamos mayor difusión internacional”, explicó
Pablo Groux, ministro de Culturas. Y no se equivocó, pues los
periodistas de los 22 medios invitados quedaron cautivados. “Es
espectacular, tiene gran colorido y magia. Esperaba algo más leve, pero
esto es muy fuerte, increíble. Me gustaron los caporales y la diablada”,
aseguró Claudia Prudencio, de Televisa México.
Para Tomoko Aikana,
corresponsal de medios japoneses como NHK y TBS en América Latina, y
creadora del blog Caminar por el Mundo, el Carnaval de Oruro “¡no es
algo que me guste, me encanta! La integración de la gente, la ropa, los
adornos. Es mi primera vez en Bolivia, volveré pronto. Sabía de esta
fiesta y la estoy disfrutando, la próxima vez traeré equipo más grande
para mostrar todo y lo mejor de ustedes”.
La entrada folklórica de Oruro fue declarada por Naciones Unidas “Obra
Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad” el 18 de mayo
de 2001.
Además de traer a
periodistas internacionales, Culturas contrató una productora que grabó
la entrada el HD (high defintion) con la ayuda de una cámara que se
manejaba a control remoto sobre un helicóptero que sobrevoló el área,
imágenes que serán difundidas en un documental para la nueva promoción
del evento.
En la
memoria de esos equipos quedó el paso de miles de danzarines de 47
fraternidades, que lucieron sus mejores ropas y todo el ímpetu que les
da la fe.
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