Con la tradicional retreta patrimonial que Los Olvidados ofrecieron en la Plaza Mayor de San Francisco, ayer concluyó la fiesta del Carnaval 2013. La actividad fue seguida de un desfile de ch’utas, quienes enterraron al Pepino en el Cementerio General de La Paz, en un ambiente lleno de alegría y colorido.
Decenas de damas antiguas se dieron cita en la Plaza Mayor para reclamar sus derechos de viudez al Pepino y darle un toque simpático a la muerte simbólica del tradicional personaje paceño. La actividad se desarrolló con ritmos propios del Carnaval: cuecas, tangos, huayños y bailecitos, que invitaron a formar parte de la fiesta.
Cerca del mediodía y al ritmo de bandas musicales, miles de ch’utas se concentraron en la Plaza Garita de Lima y subieron la pendiente de la avenida Baptista rumbo a El Tejar para el acto central: el Entierro del Pepino.
En el trayecto cientos de personas, viudas y ch’utas, entre gemidos y lamentos, dieron el último adiós al vivaracho personaje paceño, quien reinó en las fiestas del Carnaval, y que debido a tantos días de juerga y farra perdió la vida.
El pepino volverá en 2014. Según el presidente de la Asociación de Comparsas del Carnaval Paceño, Javier Escalier, el Pepino dormirá por un año para recuperar fuerzas y retornará la próxima gestión.
Mencionó que el Carnaval Paceño se caracteriza por su variedad y colorido, además de las distintas presentaciones programadas en los días de fiesta. “La labor se inicia con las primeras precarnavaleras, en las que se elige a los personajes del Carnaval, combinadas con una importante movida cultural en diversos espacios”.
“Hoy (ayer) —dijo el folclorista— se está despidiendo al Pepino con la participación de 30 comparsas de ch’utas. Es sólo un hasta pronto”.
“La tradición de enterrar al Pepino se la practica desde el siglo XX. Varias poblaciones rurales cumplen este rito”.
Javier Escalier / FOLCLORISTA
La Prensa
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