Al menos 10 mil danzarines de las zonas rurales del país tomaron ayer las principales calles de la ciudad de Oruro en una fiesta marcada por el agradecimiento a la Madre Tierra en el prólogo de la entrada del Carnaval.
Desde hace 20 años, el
Anata Andino es un nuevo espectáculo urbano vinculado al Carnaval de
Oruro, declarado en 2001 Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible
de la Humanidad.
Ayer,
más de 100 conjuntos autóctonos de Oruro y de las provincias de
Chuquisaca, La Paz y Cochabamba, tañendo tarkas, lichihuayos, moceños,
pinquillos, recorrieron la ruta de la entrada del Carnaval, en la que
hombres y mujeres se entregaron al baile ataviados de ropas multicolores
y cargados de sus productos agrícolas y flores, en un agradecimiento a
la Pachamama, la Madre Tierra.
El Anata Andino arrastró al presidente Evo Morales y a varios de sus
ministros para compartir algunos bailes con el acompañamiento de
simpáticas imillas (mujeres jóvenes). Cada grupo autóctono realizó un
ritual en homenaje a la Pachamama, porque ha llegado el tiempo del
florecimiento de los cultivos. No faltó la comida ni las hojas de coca.
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