Aunque la entrada no comenzó a la hora programada, los espectadores aguardaron con paciencia el ingreso de las comparsas, los carros alegóricos, las fraternidades folklóricas y autóctonas.
La Banda y Ballet Municipal ingresaron en primer lugar. Las comparsas siguieron el orden de entrada. Las diferentes unidades militares cautivaron no sólo con la destreza de sus movimientos y la creatividad en sus trajes; sino también con los carros alegóricos que sorprendieron por las características singulares de cada uno.
Los premilitares se disfrazaron de personajes de películas animadas como Hotel Transilvania y La Era de Hielo, entre otros.
También representaron al Chapulín Colorado, a faraones, robots, hadas, mariposas y abejas.
EVO MORALES El presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, participó con el Ballet Municipal pero debido a compromisos gubernamentales se tuvo que retirar antes del mediodía. Por su parte, las autoridades departamentales y municipales presenciaron y disfrutaron de la entrada carnavalera.
El clima fue favorable para los danzarines aunque en la tarde y antes del anochecer llovió por intervalos cortos que no perjudicaron los pasos y destrezas de los bailarines.
Aproximadamente a las 15:00 ingresaron las fraternidades folklóricas y autóctonas que con sus movimientos contagiaban a los espectadores y muchos se animaban a bailar.
El control policial y municipal fue permanente dentro y fuera del recorrido de los danzarines a fin de evitar excesos. La entrada se prolongó hasta la madrugada.
17.000 danzarines
aproximadamente de comparsas y fraternidades participaron de la entrada del Corso de Corsos.Según el oficial superior de Cultura de la Alcaldía, Uvaldo Romero, en la entrada estuvieron 70 fraternidades folklóricas y 40 comparsas militares.
La seguridad estuvo a cargo de 1.500 policías de las diferentes unidades y 500 funcionarios municipales divididos en dos turnos.
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