La asamblea general de la Asociación de Conjuntos del Folklore de
Oruro (Acfo) decidió utilizar una nueva ruta para la realización del
Carnaval 2013, en contra de la disposición que emitió la alcaldesa
Rossio Pimentel Flores, para “evitar imposiciones que no han sido
consensuadas” entre los actores y organizadores de la festividad
religiosa que empezará el 2 de febrero con el último convite.
Los dirigentes de los 48 conjuntos folklóricos reaccionaron
indignados contra el Decreto Municipal 6/2013, que dispone la ruta del
Carnaval, la venta de metros lineales y restricciones sobre la
publicidad de las bebidas alcohólicas en las calles y accesos
principales de la ciudad, en base a la Ley 259.
El decreto municipal fue considerado un “atentado contra la economía
de los conjuntos folklóricos, especialmente de 28 pequeños que requieren
del apoyo económico” de la empresa de cerveza que cada año otorga las
bebidas, tanto para las bandas de música como para los danzarines.
El presidente de la Asociación de Conjuntos del Folklore, Jacinto
Quispaya, dijo que se ha decidido rechazar ese decreto municipal y
declarar personas no gratas a quienes, empezando por la alcaldesa,
firmaron esa nueva disposición que no ha sido aprobada por el Concejo
Municipal de la ciudad de Oruro.
“Como emergencia de este conflicto, se ha dispuesto también la
expulsión de las autoridades municipales que firmaron ese decreto y que
también forman parte de los conjuntos folklóricos, porque se han
dedicado a difamar la imagen de la Asociación de Conjuntos del Folklore,
en vez de dialogar en forma inmediata para resolver estos conflictos”,
afirmó Quispaya.
La Asociación decidió mantener en vigencia el convenio firmado con la
empresa de cerveza y con los canales de televisión, para que se
conviertan en sponsor e impulsores del Carnaval.
“De todas maneras, estamos trabajando para garantizar la realización
del Carnaval de Oruro, pero la ruta del Carnaval se hará conocer en los
próximos días, en base a un estudio, pero no se utilizará la ruta
establecida por la Municipalidad”, afirmó Quispaya.
Por su lado, la alcaldesa Rossio Pimentel decidió mantener incólume
el decreto municipal, mientras que su secretario general, Jorge Ustares,
negó toda autoridad al Concejo Municipal para aprobar o anular ese
decreto, porque supuestamente “no tiene facultad ni capacidad para eso”.
El presidente del Concejo Municipal, Juan José Ramírez, advirtió que
ese decreto municipal 6/2013, emitido por la alcaldesa y sus
colaboradores, no tiene ningún valor legal y se efectuará la
representación jurídica ante las instancias correspondientes e incluso
se efectuará una demanda penal contra los autores.
Según Jorge Ustarez, “el decreto municipal se encuentra en plena
vigencia, porque es una norma legal, mientras no exista una resolución
de anulación que emita el Tribunal Constitucional”.
Según el presidente de la Asociación de Conjuntos del Folklore,
Jacinto Quispaya, se ha buscado una cercamiento con la alcaldesa, “pero
no ha sido posible y, más por el contrario, con la propaganda emitida
por los medios de comunicación, se entorpece esa posibilidad de
diálogo”.
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