“Estamos esperando la respuesta del Ministerio de
Culturas. Ellos deben dar la autorización y podamos trabajar en la
elaboración de las carpetas destinadas a la Unesco”, informó Cleverth
Cárdenas, investigador del Museo Nacional de Etnografía y Folklore
(Musef) que colabora con la investigación sobre esta manifestación
cultural. Las autoridades de Culturas, que analizan esta temática, aún
no se fijaron fecha para la constitución de este grupo de trabajo.
Entre tanto, Cárdenas indicó que un comité se ha reunido
extraoficialmente para discutir los posibles ejes de trabajo que se
ejecutarán cuando el grupo quede oficialmente constituido. Entre los
participantes están investigadores cuyo trabajo se orientará a encontrar
una característica específica que justifique la inclusión de Gran
Poder en la lista del patrimonio intangible.
Una investigación exhaustiva de la entrada paceña y sus características especiales resolverán estos obstáculos, aseguró Yugar. En este sentido, el registro del Carnaval de Oruro como patrimonio no impide que otras manifestaciones puedan ingresar a la lista.
La semana pasada, el presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos de Oruro (ACFO), Jacinto Quispaya, dijo que su organización prohibió a sus afiliados de participar en el Gran Poder. Una de las razones que dio para justificar su posición fue, precisamente, la intención de postular el Gran Poder a la lista patrimonial “No se puede declarar dos patrimonios, tendría que desaparecer el Carnaval de Oruro, para el Gran Poder, Urkupiña o cualquier festividad pueda querer postular”, declaró entonces Quispaya.
Yugar rechaza este argumento, asegura que el único obstáculo serían las similitudes entre ambas festividades. Explicó que la Unesco no rechaza las candidaturas, “sólo las observa y permite que los postulantes puedan corregir el pedido”. Fernando Valencia, presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos del Gran Poder, minimizó el alance de la declaración de Quispaya, y agregó que lo que se busca con la postulación es promover la cultura nacional en el exterior y el turismo.
Con ese objetivo en mente, la Asociación firmó el viernes un convenio con la Gobernación de La Paz. El acuerdo establece la regulación de estatutos y otorgación de personalidades a las fraternidades que participan en la entrada paceña que el sábado tomó la ciudad con 40 mil danzarines.
Además del Carnaval de Oruro, Bolivia tiene a la Cultura Callahuaya como patrimonio intangible. Se postula también a la Alasita, el Pujllay y la Ichapekene Piesta de la región de Moxos.
La Razón
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